sábado, 8 de junio de 2019

08/06/2019

Me despierto a las once y media, desayuno una saludable nectarina y un vaso de café. Pongo la tele. Repiten Masterchef. No he visto casi nada de esta edición, pero lo dejo de fondo. Me pongo a leer Fenomenología Queer... 

No me convence la idea de que no se nace heterosexual, se llega a serlo, como dice Sara Ahmed parafraseando a Simone de Beauvoir. Podemos ver ser diestro o zurdo, dice Sara Ahmed, no como un hecho que ya viene dado, sino como un efecto de las orientaciones. La pregunta que me surje, aunque aún no he terminado el libro, así que igual es una pregunta estúpida o una objeción que más adelante es respondida en el libro, es la siguiente: si ser diestro o zurdo no fuera algo que viene dado, sino un mero efecto de las orientaciones, ¿cómo se explica el origen de estas orientaciones? ¿Su origen es social? ¿La sociedad nos prohíbe usar el lado izquierdo? ¿Esa es una explicación de que la mayoría de las personas sean diestras? ¿No es una explicación mejor admitir que ser diestro o zurdo sí es algo que viene dado y que lo que no viene dado es la demonización (social) de los siniestros que se desvían del camino recto? 

En Masterchef un tipo tiene una crisis de identidad y afirma que en las pruebas de exteriores él no se sentía él mismo. Foucault le diría que no pasa nada: no debemos mantener relaciones de identidad con nosotros mismos, sino de diferencia. 

Después, siguiendo con la arbitrariedad que caracteriza Masterchef, rompen las reglas y no echan a ningún concursante. Masterchef es un buen programa para entender la arbitrariedad del poder totalitario. Los jueces hacen lo que les sale de las narices, los súbditos no saben a qué atenerse, las reglas pueden cambiar en cualquier momento, etcétera.

Apago la tele. Pongo el documental Dancing Dreams: aprendiendo con Pina Bausch. Ayer me quedé dormido antes de terminar de verlo. Mi capacidad para vencer el sueño y pasarme la noche viendo películas ya no es que la que era. Cuando iba a la universidad era capaz de quedarme hasta las siete de la mañana despierto viendo películas.

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