viernes, 10 de diciembre de 2010

Algo

A ver, algo que contar... colocar las palabras, en un orden determinado, eso es, vamos avanzando, lograr que se dirijan hacia algún sitio, con ritmo, a poder ser, y con gracia, colocarlas como si fuesen piezas de un puzzle. La metáfora del puzzle está muy gastada, lo sé. Que una metáfora esté gastada es, a su vez, una metáfora gastada. Callejones sin salida de las paradojas recursivas. Callejones sin salida también es un metáfora gastada, etc. Lo siento por el lector, pero espera un poco, estoy a punto de contar algo, si bien algo es una categoría muy poco específica. Piénsenlo, algo. Algo sería, por ejemplo, que han subido el precio del tabaco, o que tendría que afeitarme, o que la próxima semana me pongo a estudiar: esta semana no pude, los puentes rompen la rutina, me desestabilizan y no me gustan. Eso es algo. Cualquier cosa es algo, en realidad. Se trata de algo muy poco espectacular, lo sé... Quizá no me afeite. Últimamente tengo muchas dudas al respecto. No sé valorar mi aspecto por mí mismo. Esto es algo profundo, se trata de dilemas estéticos y existenciales. Ahora algo de recuerdos infantiles, algo relacionado con dichos dilemas: en el colegio había una chica que opinaba que me quedaba mejor el pelo largo, y otra que corto. La pregunta de Lenin me paralizaba: ¿Qué hacer? Me lo cortaba cuando era demasiado largo y luego lo dejaba crecer otra vez. Esto es algo que tiene que ver con el existenciario heideggeriano ser con los otros, filosofía de alto voltaje, vaya. Con esto creo que basta por hoy. Ya casi es de noche. Hay tres colillas en mi cenicero.

3 comentarios:

  1. Anónimo7:34 p. m.

    Si señor, respecto a tus dudas estéticas... estas muy guapo, en general, con el pelo largo y corto, con barba y sin ella, incluso con canas, no te digo mas! :p

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  2. jejeje, muchas gracias, ahora ya puedo dejar de escribir en modo "narciso frente al espejo" :p

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