El fnac. La fnac.
El fnac. ¡Sóla la fnac!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la meseta?
¿Por qué me desenterraste
de la fnac?
En sueños, las novedades
me tiran del corazón.
Se lo quisieran llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver la fnac
un urbanita en el pueblo
iza al aire este lamento:
¡Ay mis pantalones pitilleros!
Siempre se ajustaban a mis perniles
al divisar el centro comercial.
...Y ya estarán las avenidas
rezumando dióxido de carbono.
¡Dejadme ser, urbanitas,
urbanita de gran ciudad!
¡Qué bien, a la madrugada,
correr en el metro
lleno de adolescentes saladas
hacia el último bar!
¡Dejo de ser urbanita,
madre, por ser ultramoderno!
Zapatillas Victoria quisiera tener,
porque me quiero casar.
Mi novia vive en la gran ciudad
y sin Ray-ban no la puedo ver
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