Los Punsetes son grandiosos. Por millones de razones: la primera, pero menos importante, son capaces de irritar a los cabestros que parecen no tener otra cosa que hacer en la vida que irritarse y comentar a lo troll siempre que se les presenta la ocasión, y que son el paradigma de la figura del juez moral, antagonista supremo del spinozismo, perverso inoculador de afectos negativos, encarnación del mal y del odio a la vida que blande amenazadoramente su tabla de normas sacadas de no se sabe dónde, quizá de su autoproclamada superior conciencia moral, valiente legitimación de sus resentidos cerebros, ilustrando a todo quisqui con su no solicitado sermón sobre lo que debe ser.
Otro día más razones.
miércoles, 17 de marzo de 2010
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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