miércoles, 30 de octubre de 2013

La Filosofía analítica contra los cursis de Internet

Si bien la filosofía analítica me ha derrotado siempre, y la sensación que he tenido al leer a los analíticos ha sido semejante a la que describía Robert Musil en Las tribulaciones del estudiante Törless al leer este a Kant, es decir, la sensación de que una vieja mano huesuda me sacaba, con movimientos de tornillo, el cerebro de la cabeza, muchas veces me veo invadido por un talante analítico y despiadado (este último adjetivo tal vez sea un poco efectista). Por ejemplo, al toparme con una imagen en la que una mano sostiene una página en la que está escrito lo siguiente: "No es una página en blanco, soy yo sin ti" mi cerebro se rebela y se retuerce agónicamente entre gritos de dolor y aullidos desesperados (esto sí que ha sido efectista y exagerado). No es una página en blanco porque en ella está escrito "No es una página en blanco, soy yo sin ti". Es evidente que no es una página en blanco. Una posible solución sería mostrar una página en blanco de verdad y escribir en otra página (con una flecha señalando a la página en blanco de verdad) "No es una página en blanco, soy yo sin ti", aludiendo de esa forma a que es la representación metafórica del vacío que ha dejado en el sujeto la ausencia del amado o amada. Así habría un poco de coherencia lógica, aunque seguiría siendo bastante cursi todo.

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