sábado, 14 de mayo de 2011

Entrevistas breves con hombres que hacen lentejas y defienden siempre una concepción relacional del ser

-Digamos que unas lentejas, por ejemplo, son la unidad de composición de conjuntos de relaciones. Las relaciones que se establecen entre los términos: lentejas, zanahoria, puerro, ajos, pimentón, chorizo, etc. A su vez, cada término es en sí un conjunto de relaciones, entre sus moléculas, átomos, lo que sea. En lugar de pensar primero los términos, y luego las relaciones que entablan, lo que sería seguir dentro del paradigma sustancialista, se trata de pensar la relación con independencia de los términos que la efectúan. La efectuación de una relación es finita, se da en la existencia, puede cesar. La relación como tal es una verdad eterna. De ahí que nuestra esencia singular sea eterna, pero no nuestra existencia. La eternidad no tiene nada que ver con la inmortalidad del alma, al menos tal como la plantea Spinoza.

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