lunes, 2 de mayo de 2011

El naufragio ya tuvo lugar


-Contésteme de la forma más directa y sencilla, ¿qué es la Iglesia?
-Un sacerdote bueno le respondería que es la comunidad convocada por Dios; yo, que soy un sacerdote malo, le digo: es un balsa, La balsa de la Medusa, si quiere, pero una balsa.
-Recuerdo el cuadro de Géricault, pero no recuerdo qué sucedió en aquella balsa, aunque hace años leí un libro al respecto. Algo terrible, proverbialmente... ¿Se salvó alguien de aquella balsa?
-Quince, de ciento cuarenta y nueve: tal vez demasiados... ¡Oh, no! No me refiero a La balsa de la Medusa, sino a la de la Iglesia. Diez es un porcentaje más bien alto.
-¿Y qué hicieron aquellos quince para salvarse?
-No me interesa. Es decir, no me interesa en la medida en que La balsa de la Medusa es para mí una metáfora de lo que es la Iglesia.
-Prefiero morir inmediatamente en el naufragio.
-No, usted está nadando para alcanzar la balsa. Porque el naufragio ya se produjo...
 Leonardo Sciascia, Todo modo

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