domingo, 24 de enero de 2016

Las apariencias

No hay que dejarse engañar por las apariencias. Carlos Boyero, por ejemplo, aparenta ser idiota —esto me es ajeno, esto no lo entiendo, esto no me gusta, esto no es mi rollo, esto no es John Ford, odio todo los asiático, no entiendo los tratados filosóficos, esto les gustará a los fans pero a mí me la sopla, esto es para modernos y demás gentuza, esto me provoca bostezos, detesto Asia, a esto no le pillo la gracia, Godard apesta, Fellini era un narcisista, Lynch es para raritos, etcétera— pero realmente es idiota. Y escribe de pena.

PD: Uno no sabe si reír o llorar cuando Boyero, uno de los tipos más narcisistas de este planeta, acusa a Fellini, uno de los mayores genios que ha dado el cine, de narcisista y de ser demasiado autor. Creo que mejor será reírse.

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