martes, 21 de noviembre de 2006

La noche y los ojos

1.

Largas noches en silencio tus ojos
rodando por el precipicio iluminaban

-
con un fuego quedo
casi inmóvil
apenas un susurro


de brasas flotando en la oscuridad-
la triste marioneta que usurpa mi nombre
y dice ser yo bajo la lluvia
agitando los brazos como aspas locas

2.

Cuando la noche más serena de mundo cae
-como si el mundo fuera
por fin
a cerrar los ojos
y descansar-
duendes que no existen
-que brillan
en la oscuridad-
nos hablan con sus ojos
-chispas de fuego diminutas
tan efímeras como la noche
como la noche cuyas cenizas el sol ilumina-
del fabuloso mundo de la inexistencia

2 comentarios:

  1. Chico, me encantan tus textos, pero no entiendo esa manía tuya de ponerlos con letras grandes.

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  2. Anónimo8:13 p. m.

    qué sé yo qué significará esa manía... nada freudiano, desde luego

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