miércoles, 18 de mayo de 2016

Joyceanos unidos

La literatura no va de follarse las mentes sino de follarse los idiomas.

PD: Está rematadamente mal que yo lo diga, pero, aunque pudiera estar equivocada, estoy superorgulloso de esta frase. El mérito, sin embargo, no es del todo mío. Se me ocurrió leyendo ESTE artículo de Alberto Olmos sobre Magistral, novela de Rubén Martín Giráldez que pinta muy bien, genialoide y neologicista. A la lectura del artículo hay que sumarle lo irritante que me ha parecido siempre Martin (Hache), especialmente la frase esa de que hay que follarse a las mentes. (Martin (Hache), o la verbosidad aborrecible). Y a la lectura del artículo y a lo irritante que me ha parecido siempre la película de marras hay que sumarle la lectura del artículo Entre La Mancha y Babel, en el que Umberto Eco, con claridad meridiana y concisión envidiable, nos dice que el significante organiza unos sonidos y el significado unas ideas, y que Joyce jugaba con las palabras y Borges con las ideas. Estas tres influencias fueron fundamentales para que mi vulgar y sintética frase pudiera ver la luz.

PD2: Hay varias declaraciones de Nabokov sobre el acto de escribir entendido como hacerle el amor a las palabras, o a los idiomas (no me acuerdo bien). Julián Ríos, joyceano de pro, ha escrito un libro titulado La vida sexual de las palabras. Pero Nabokov o Ríos no han influido, o al menos no lo han hecho directamente, en la confección de mi frase. 

PD3: Puede que dar tantas y tan pedantes explicaciones sobre una mísera frasecita sin la menor importancia les parezca algo delirante y propio de tarados, y puede que tengan razón. Pero la literatura tiene derecho al delirio, creo yo.

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