miércoles, 25 de abril de 2012
La condición humana
Al dirigir la vista hacia el cielo sin nubes un espasmo suave de vértigo y libertad recorrió su cuerpo como una promesa y el susurro de la brisa vespertina le envolvió como la caricia de un mundo ilimitado que se fugaba de sí mismo con la intención de revelar su ser en perpetuo devenir y desvelar su rostro sin contornos y proyectar sensaciones nunca sentidas y todo su cuerpo estremecido e inquieto aguardaba y recibía la vibración de la luz que penetraba por todos sus poros como un derramamiento divino que le absorbía y le deshacía y sabía que aquel instante pasaría porque no podía durar mucho y la tristeza anticipada provocada por esa fugacidad irremediable e implacable le devolvió abruptamente al mundo cotidiano de la resignación y de los límites que su demonio interior no aceptaba y no aceptaría nunca del todo porque el ser humano alberga un demonio interior cuya insaciable sed de infinito le impulsa siempre a traspasar los límites interiores y a fijar la mirada en el corazón inhabitable del infinito. El ser humano, básicamente, es una criatura que está chiflada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
-
¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
-
Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario