jueves, 26 de abril de 2012

Acontecimiento

Fuera, al otro lado de las espesas cortinas forradas de hule, como un sólido rectángulo negro de perfiles iluminados por el ligero resplandor de una luz diurna fracasada, acechaba la tormenta, el Acontecimiento. (...) La visión de las nubes negras encrespadas le cortó el aliento... jamás había visto un cielo así, ni siquiera con LSD.
Thomas Pynchon, Vineland 


Al llegar el crepúsculo todo el cielo hacia el norte se había oscurecido y el mísero terreno que pisaban se había vuelto de un gris neutro hasta donde alcanzaba la vista. Se agruparon en la cima de una elevación y miraron atrás. El frente de la tormenta estaba sobre ellos y el viento era frío en sus rostros sudorosos. Se repantingaron en las sillas con ojos nublados y se miraron entre sí. Amortajado por los nubarrones negros el rayo distante fulguró en silencio como una soldadura vista a través del humo de una fundición. Como si se estuvieran haciendo reparaciones en un lugar defectuoso de la oscuridad férrea del mundo.
Cormac McCarthy, Unos caballos muy lindos

La inmensa masa oscura avanzaba como el buque fantasma de una leyenda nórdica, escoltada a través de la noche por criaturas acorazadas y dotadas de alas en espiral. No sabíamos con seguridad cómo reaccionar. Era terrible contemplarla tan cercana, a tan poca altura, cargada de cloruros, bencenos, fenoles, hidrocarburo o cualquiera que fuese su exacto contenido tóxico. Sin embargo, también resultaba espectacular: formaba parte de la grandiosidad de un acontecimiento arrollador.
Don DeLillo, Ruido de fondo.

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