jueves, 24 de febrero de 2011

Shhh

En algún punto del espacio coinciden la alegría y la tristeza y se miran fijamente a los ojos y permanecen en una quietud sobrenatural, como si la noche nunca fuese a llegar, como si el tiempo se hubiese detenido, porque nada se mueve. Si nada se mueve, ¿existe el tiempo? La alegría y la tristeza se miran a los ojos hasta que se funden en una sola figura temblorosa que refleja la luz mortecina y desvaída que inunda un mundo completamente silencioso, ajeno, inescrutable.

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