jueves, 10 de febrero de 2011

El ser-ahí y sus circunstancias

La oscuridad de siempre, siempre distinta,
veteada de farolas, como siempre,
patatas fritas del supermercado,
estilo casero y tradicional,
la botella de Sprite al lado,
cigarros rubios Ducados,
paquete blando, como siempre,
el cenicero azul, desde que se rompió
aquel gris transparente,
la filigrana de recuerdos que no envejecen,
que se quedaron clavados ahí,
en tu cerebro, como fotografías,
tardes pálidas, frías,
tardes que ardían y yo que por la noche
nunca dormía.

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