viernes, 25 de febrero de 2011

Astigmatismo

Necesito ir al oculista. Lo veo todo borroso, incluso con las gafas puestas, señal inequívoca del lento pero eficaz avance del astigmatismo. Imagino mis córneas como capós de coche transparentes y abollados. Cada vez más abollados. A veces veo una especie de garabatos transparentes en el aire que son la proyección de las abolladuras de las córneas y que rápidamente desaparecen por un lateral y luego vuelven a ocupar el centro y vuelven a desaparecer y así sucesivamente durante un rato que no suele ser demasiado largo. Los garabatos se mueven muy deprisa si no les prestas demasiada atención, pero si intentas mirarlos fijamente a veces es como si se ralentizaran, como si se reprodujeran a cámara lenta. Es difícil mirarlos directamente. Hay que mirar hacia abajo y hacia un lado. Aún así, no siempre se ralentizan, muchas veces se escurren como renacuajos histéricos molestos por el hecho de que intentes fijar su imagen. No aceptan el modo pause. Se quedan flotando un instante y a continuación desaparecen a todo velocidad, movidos por resortes misteriosos. Supongo que se debe a movimientos oculares inconscientes. Aunque creas que no estás moviendo los ojos, existen micromovimientos subyacentes que no controlas.

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