jueves, 21 de mayo de 2015

El Señor S, azuzado por pseudomarxistas lenguaraces, sale una vez más en defensa del indie

Hay algún periodista musical por ahí que se ha caído de un caballo yendo a algún sitio y ha sufrido una conversión repentina: el espectro de Marx, con El Capital en la mano, le ha dicho la verdad, que la sustancia del valor es el trabajo. El periodista musical, sin saber muy bien qué hacer con este nuevo conocimiento, adquirido por ciencia infusa, ha hojeado por encima algún libro de Bordieu y ha concluido que la música indie es intolerable porque es apolítica, o tal vez porque refleja el gusto de la clase dominante. La fraseología marxista sirve para un roto y para un descosido.

El indie es insignificante. El indie ha muerto. ¡Viva el indie!





He puesto covers en lugar de las versiones originales porque me ha parecido más cool, más alternativo y más guay. Ahora mismo estoy mesándome la barba —aunque me veo obligado a dejar de hacerlo para poder teclear a gusto—, mirando con mis gafas de pasta la pantalla del ordenador y, en general, siendo un indie insolidario que se viste con pitillos, zapatillas Converse y camisas de cuadros. ¿Pasa algo, conversos?

PD: La expresión estar siendo dice Magrinyá que es un imposible metafísico. Yo la acabo de usar en el anterior párrafo, en el que estaba siendo un indie insolidario. A mí no me parece un imposible metafísico, la verdad, aunque admito que es un fenómeno sintáctico curioso (y que abusar del gerundio es nefasto, como puede comprobarse en infinidad de traducciones del inglés; por ejemplo, en Dune). A Magrinyá hay que hacerle caso casi siempre, pero no siempre.

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