martes, 6 de mayo de 2014

Oficios supuestamente alegres que pueden ser muy penosos

El supuestamente alegre oficio del escritor puede ser muy penoso, en ocasiones muy aburrido, muchas veces incluso peligroso. El hambre y el frío, la sed y la estrechez, las humedades y la sequía han sido siempre, en todas las épocas históricas y de la cultura, fenómenos conocidos en la variada vida de los héroes de la pluma, y lo seguirá siendo probablemente también en el futuro. Pero no menos sabido es que hay escritores que han ganado fortunas, construido villas palaciegas en las inmediaciones de algún lago y vivido rebosando buen humor.
Robert Walser

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