sábado, 15 de noviembre de 2008

Pequeña catástrofe cósmica

Hay una pequeña catástrofe cósmica cuando el paquete de cigarrillos se queda vacío.

Está a punto de anochecer, debo apresurarme, llevar el dinero exacto porque la máquina del bar muchas veces así lo exige. La luz de las farolas cambia del blanco al amarillo. Bajo su resplandor los gatos juegan con la basura. Sin duda afuera hace frío.

Y silencio.

No sé por qué, pero es un silencio que se pega a la piel.

Como una niebla fantasma.

No hay niebla, pero se nota su ausencia.

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