Ya sé que no es comparable la suerte de Boecio, condenado a muerte, y la mía, condenado a la sala infantil de la biblioteca los fines de semana de este larguísimo y aciago mes, pero aun así he de decir que no me convence Boecio y que veo a la Filosofía impotente para consolarnos de los caprichos de la terrible diosa Fortuna, pues no hay consuelo, solo llanto y rechinar de dientes, ni hay orden o razón, solo ciego azar.
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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