AQUÍ.
A mí Europa me parece un club de tiburones capitalistas, un sistema gracias al cual Alemania domina al resto de Estados. Una cosa a la que yo no quiero pertenecer ni quince minutos más. Pero es cierto que una de las condiciones de posibilidad para salir de ese antidemocrático club es que toda la población se convierta en militante y, como eso no va a ocurrir, pues no hay nada que hacer. Así que yo, después de la traición —o de que la «correlación de fuerzas» le obligara a hacerlo— de Tsipras, me vuelvo a mi sitio: la extrema izquierda melancólica.
A pesar de todo, pienso votar a Podemos. El resto de partidos son sencillamente el horror.
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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