jueves, 11 de septiembre de 2014

Viático beckettiano


Los ojos consumidos por las injusticias se entretienen abyectos en todo aquello por cuanto han rogado durante mucho tiempo, en el último, el verdadero ruego, el que nada pide. Y es entonces cuando un airecillo acogedor resucita las plegarias muertas y nace un murmullo en el mudo universo, reprochándote afectuosamente haber desesperado demasiado tarde. Como viático no lo hay mejor. Profundicemos más. El aire puro.
Beckett, Malone muere. 

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