martes, 2 de julio de 2019

02/07/2019

Abro la ventana, escucho los berridos inhumanos de los chavales que juegan en el parque. Podría haber dicho algarabía en vez de berridos inhumanos, pero he decidido ser hiperrealista. Por alguna razón, a los chavales de mi barrio les encanta gritar, parece ser su actividad lúdica favorita. Así pasan la tarde.

Estaba leyendo La hija de la española, de Karina Sainz Borgo, que me recomendó una compañera de la biblioteca, pero los chillidos de la chavalería me han interrumpido. 

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