domingo, 16 de diciembre de 2007

Callejones sin salida

Ahora mismo sólo existe esta calle solitaria que contemplo con los ojos cansados. Ahora mismo bostezo pero aún no me voy a la cama, sigo empeñado en desentrañar los secretos que guardas, secretos que pueden ser vistos pero que no es tan fácil ver. Casi creo que puedo detener el tiempo, que puedor retener tus ojos, tu piel de nieve que se derrite, tus manos frías, tu imagen borrosa ya, hace tanto tiempo que no te veo, que no vienes a vivir conmigo debajo de las sábanas. Tu fantasma ya siempre repetirá el ruido de mis pasos condenados a los callejones sin salida.

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