viernes, 22 de diciembre de 2006

El ser y la nada

Quizá mañana la marioneta desorientada se rebele y rompa los hilos y caiga hermosamente al vacío, sonriendo. Libre al fin para caminar por el bosque en silencio, solitaria... una noche oscura como la noche, tras un sueño intranquilo, la marioneta sufrirá una metamorfosis, se convertirá en una luciérnaga fosforescente y descifrará el enigma del ser. Y nada más descifrarlo, antes de poder contárselo a nadie, morirá con un último chispazo de luz cuya belleza terminal no redime la condición de la marioneta, ni la de la luciérnaga, ni la del hombre... pero sirve al menos para derramar lágrimas azules sobre el universo. Su cadáver se esparcirá como un polvo, como un llanto estelar y silencioso, diluyéndose lentamente en la nada, absorvido poco a poco por la oscuridad, por la serenidad salvaje, helada e inmutable del universo.

3 comentarios:

  1. Cada pedazo de tu ser parece quedar impreso sobre tus letras. Es usted cojonudo, Mr.S

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  2. Anónimo11:29 p. m.

    La lucidez (desde lo más etimológico)sea tal vez la mayor condena. Es decir, la única salvación posible.

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  3. Anónimo9:14 p. m.

    haci es conmo los hombres de hoy deben pensar gracias a gente como ustedes el mundo se piensa sin importar en el interes de almas vaga e inutiles para su propio y desgraciadamente hermoso ser q solo viven para el momento en q mueren sin saber por q.

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