El fondo del arte, en efecto, es una suerte de gozo, e incluso este gozo es el fin del arte. No puede haber obras trágicas porque el crear conlleva necesariamente una alegría: el arte es por fuerza una liberación que hace que todo explote, y antes que nada lo trágico. No, no hay creación triste
Gilles Deleuze, La isla desierta y otros textos
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