lunes, 9 de julio de 2018

Deseo de ser políglota

En la pizarra blanca, encima del escritorio, hay frases y palabras escritas con rotulador negro en latín, griego, italiano, sánscrito y francés. Y la letra S en hebreo, la letra shinש

Algunas van acompañadas de sus correspondientes definiciones, otras no. No es fácil saber a qué se refieren algunas expresiones, como por ejemplo Al-Shira da Jamânija, que supuestamente significa La brillante estrella de Yemen. 

Pero ¿qué significa La brillante estrella de Yemen? ¿La estrella de la mañana? ¿φωσφόρος? ¿Cristo? ¿El diablo? ¿Nada de eso? Google no responde. En Los Reconocimientos Gaddis dice algo al respecto. Habrá que investigar.

Esta es la lista de las frases y palabras escritas en la pizarra:

 ש

—Non manifeste sed in occulto

 μεταφορά: metáfora, transporte

—Al-Shira da Jamânija: La brillante estrella de Yemen

Sprezzatura

—Virāgaḥ 

—Attente: atención, espera

 καλὸς (belleza)

ἀγαθός 

 κένωσις (Kénosis): Vaciamiento

—Samsara/moksha

 तत्त्वमसि: Tat tvam asi

—Nirguna brahamán

—Brahaman=Atman

—Hypomene: espera/esperanza

—Subtle amazement

—Ziw, aquella luz

—Agamben: hôs me, Klesis, Ekklesia

μεταξύ: Simone Weil, mediación (a/b=b/c), Diotima

—De nobis ipsis silemus

También hay escrita una concisa definición de belleza que casi con toda seguridad proviene de Simone Weil. Es esta: lo perfecto en sí sin mí. 

Y varias definiciones de lo sublime: significado profundo; fenómeno saturado; intuición sin concepto; exceso de sentido...

Sin embargo, el hombrecito que desea ser políglota apenas se defiende —ay mísero de él y ay infelice— con el inglés y está condenado a leer malas traducciones de Frank Herbert y de Philip K. Dick. 

Malas traducciones que, todo hay que decirlo, en el fondo le gustan (se sabe de la existencia de lectores trastornados, aficionados a la ciencia ficción, que desarrollan una raro gusto por las malas traducciones; él es uno de ellos).

Dejó a medio leer The Colorist, de Susan Daitch. Estaba comprendiendo alrededor de un 42% —siendo generosos— de la novela. Aunque no comprender del todo un libro no es motivo para no leerlo.

Pero ha estado diciendo una y otra vez, en inglés, I am the Doctor, the oncoming storm, en vez de Soy el Doctor, la tormenta que se avecina. Esto tal vez prueba que le gustaría ser políglota.

1 comentario:

  1. Anónimo3:55 p. m.

    Bueno, lo importante es que parece que hay pizarra para rato, según veo. Sería mejor el probar a poner cosas más sencillas, frases genéricas y jugar con ellas en lenguas extranjeras, claro está. No sé si eso sirve para aprender idiomas, pero, con algo de bagaje y buen polvo de tiza, seguro que se obtienen resultados increíbles. Es preferible evitar los rotuladores tóxicos y las pizarras metálicas; en mi universidad me he dado cuenta de que el aprendizaje empleándolas no dura nada y que los indeseables efectos secundarios perduran en la nariz y provocan estornudos en situaciones más que comprometidas. Un saludo.

    ResponderEliminar