Lo peor de estar talmúdicamente obsesionado con Seinfeld es tener que reprimir la compulsiva tendencia a comentar cualquier situación de la vida poniendo como ejemplo alguna escena de Seinfeld.
PD: Por no hablar de lo de tener que reprimir la tendencia a hablar todo el rato de escritores judíos: Saul Bellow, Jerzy Kosinski, Philip Roth, Isaac Bashevis Singer, Cynthia Ozick and so on...
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
Pero eso no tiene nada de malo, ¿no?
ResponderEliminarTodas las vidas acaban condensadas en un capítulo de Seinfeld, estoy seguro...
Para mí no, para el resto no sé... igual se hartan de mí, por pesado, y se cambian de acera al verme para no tener que hacer un "parar y charlar", que diría Larry David (mi obsesión ha continuado, como es natural, con Curb your enthusiasm, la serie de Larry David)
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