martes, 3 de diciembre de 2013

El sonido de la piel

Lo siento, lo de Albert Espinosa me supera.

Espinosa va en un tren. A su lado hay una pareja que está rompiendo.

"Él replicó, casi chillando, todo lo que le habían acusado... (Estoy bastante seguro de que mi profesor de Lengua del Instituto habría tachado esta frase con un rotulador rojo y habría añadido la siguiente observación: ¿Habían? ¿Tenía varias novias? Y, dicho sea de paso, replicar es un verbo intransitivo) Diría que gritaban tanto que no sólo (acepto tilde innecesaria) captaron la atención de nuestro vagón sino de todo el tren entero". (Aquí mi profesor hubiera usado de nuevo el rotulador rojo para preguntar: ¿Todo el tren entero? ¿No detecta la redundancia? Espabile si no quiere suspender).

Pero resulta que hay un anciano que roza los 85 años (tenía 84 y estaba a punto de cumplir 85, suponemos, aunque no queda claro cómo Espinosa logra hacer una estimación tan exacta) que le susurra a Espinosa: "Harán las paces antes del que tren llegue". (En este punto mi profesor se hubiese limitado a escribir: o usted escribe en un idioma propio o tiene un grave problema de atención). Está claro que lo que quiere decir es "antes de que el tren llegue", pero coño, es un escritor profesional, que preste un poco de atención. La pareja, tal como predijo el anciano de 84 años que rozaba los 85, se reconcilia. A Espinosa esto le extraña y observa al anciano "intentando comprender como (aquí yo pondría una tilde diacrítica, me parece un uso interrogativo indirecto claro) lo había averiguado".

Y ahora viene lo peor. El anciano le responde esta gilipollez (siento la brusquedad): "La gente se fija demasiado en la palabras y tan sólo son un montón de vocales juntas (¿y las consonantes?), un sonido (¿uno?) que las personas emitimos y que no sirven de casi nada... La gente habla pero jamás hay que escucharles (olé)... Sólo sentir el sonido de su piel... Y el sonido de sus pieles pronosticaban ese final (jooooooder, pieles sónico-predictivas)"

Está claro que Espinosa no se fija demasiado en las palabras. Todo lo que le dice el anciano se lo dice cometiendo errores de concordancia clamorosos. "Un sonido (...) que no sirven de casi nada". Con lo fácil que hubiese sido escribir "sonidos", atendiendo a la lógica, a la gramática y a la realidad.

"Sentir el sonido de su piel" a mí me parece una expresión desafortunadísima. "Comprender el lenguaje de la piel" no hubiera estado tan mal, o "comprender el idioma de la piel". Aunque tratándose de un viejo que mira a una pareja joven las posibilidades poéticas de tales expresiones se tornan un poco retorcidas.

PD: Lo que el viejo verde de la historia que cuenta Espinosa se merece es que le golpeen la cabeza repetidas veces con Cómo hacer cosas con palabras, de Austin, a ver si así se fija más en las palabras y menos en las pieles de las parejas jóvenes.

PD2: A decir verdad, Espinosa no dice que la pareja sea joven, pero necesitaba inventarme ese dato para poder llamar viejo verde al anciano que roza los 85 años de esta instructiva historia.

PD3: No me metería con Espinosa si no fuera, insisto, un escritor profesional. Seguramente yo también cometo miles de errores garrafales y ni me entero.

PD4: Carne o hierro, el post del susodicho. A mí también me gusta Cachitos de hierro y cromo. Aunque no diría que "te ofrece perspectivas nuevas que no recordabas haber vivido". ¿Las perspectivas se viven? ¿No debería decir algo así como "te ofrece perspectivas nuevas sobre algo que no recordabas haber vivido (pero que sí has vivido)"?

PD5: Leer a Espinosa es un ejercicio intelectual agotador debido a que usa expresiones incorrectas constantemente, ya sea desde una perspectiva gramatical o conceptual, de modo que te obliga a interpretar el contenido intencional (o sea, lo que quiere decir) de sus confusas oraciones, si es que quieres dotarlas de algún significado.

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