Lo que queda de la izquierda es una autocrítica interminable y una reflexividad paranoica. Si los valores afirmativos de la Ilustración no son más que un ejercicio de poder, la arena intelectual se convierte en un campo de batalla, ya que ninguna jerarquía normativa de valores permite que un punto de vista prevalezca sobre otro. Los individuos y los grupos se definen por sus identidades y, dado que las identidades no son negociables, el grupo que más se ofende es el que gana. La arena intelectual es ahora un campo de batalla de los ofendidos.
Eva Illouz
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