domingo, 9 de octubre de 2022

Indisposición general

Pienso, por ejemplo, en La becaria, la performance de Pilvi Takala, que estuvo un mes en las oficinas de la consultora Deloitte sin hacer nada, encendiendo la ira de sus compañeros, que veían su inactividad como una amenaza, como un ataque frontal a sus propias vidas, hasta el punto de que llegaron a pedir a sus superiores que prescindieran de ella. No hacer nada, y no hacerlo a la vista del resto, era una provocación, una anomalía que desafiaba el relato de respetabilidad sobre el cual asentaban los demás su existencia: lejos de ser una disposición pasiva, la inacción se convertía en un «hacer nada». Generaba disenso, malestar, contrariedad. Era una invitación a la indisposición general.

Eudald Espluga, No seas tú mismo 

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