jueves, 25 de agosto de 2022
Contra el contractualismo
Basta con leer un poco a Hegel para desmontar todas las teorías del contrato social. La sociedad no puede ser el resultado de un contrato, porque el contrato en sí exige la existencia previa de una sociedad.
miércoles, 24 de agosto de 2022
Y la vida...
y la vida tiembla en los labios como una flor
que el viento más sediento empujara sin cesar por el suelo
donde se resume lo que es la vida del hombre
Leopoldo María Panero, Los Inmortales
domingo, 21 de agosto de 2022
¿Por qué Mullholland Drive se entiende mejor que Piratas del Caribe?
martes, 16 de agosto de 2022
El principio de continuidad y el dogmatismo
Escribe Antonio Escohotado —él sabrá por qué— que «despreciar el principio de continuidad se paga con dogmatismo» (2008, p. 20).
Igualmente, sin dar ninguna razón, podríamos sostener lo contrario: despreciar el principio de discontinuidad se paga con dogmatismo. Concretamente con el dogma anticomunista que liga las ideas evangélicas con las marxistas, por ejemplo. Este no diferenciar lo que en sí es diferente es el método de Antonio Escohotado. Así, por arte de birlibirloque, el comunismo se convierte en pobrismo, en milenarismo, en un ajuste de cuentas; Marx es un ebionita, lo que sea. Aplicando el principio de continuidad da igual ocho que ochenta.
Antonio Escohotado cree que lo contrario del principio de continuidad por él postulado es el mero azar. Si no hay un principio de continuidad, será puro azar que la lógica de no sé qué integristas sea la misma que la de no sé qué comisarios políticos ateos (p. 26).
Da por supuesto, en primer lugar, que sea la misma lógica (hay una suerte de visión ahistórica de la historia en Escohotado). Es decir, presupone aquello que debería demostrar. En segundo lugar, que haya discontinuidad, que el comunismo del siglo XX no tenga nada que ver con el supuesto comunismo cristiano o platónico, no significa que dichos fenómenos no puedan coincidir en algunos aspectos, sin que la coincidencia se deba a que todos pertenecen a una misteriosa sustancia inalterable que atraviesa los siglos y los milenios.
Esta Gran Continuidad, este Autodespliegue de la Idea Comunista, parece una «distorsión retrospectiva». Porque los análisis de Marx sobre el Capital son, como bien dijo Felipe Martínez Marzoa, descripciones específicas de la sociedad moderna, de aquella sociedad en la que impera el modo de producción capitalista, y de ninguna otra.
jueves, 11 de agosto de 2022
Neofeudalismo poscapitalista
Alguien debería escribir un libro con este título, porque es muy bueno. Posible subtítulo: por qué el comunismo nunca va a llegar.
El libro tiene que tratar, entre otras cosas, sobre el fin del turbocapitalismo petrolífero que nos han proporcionado energía y crecimiento económico a cholón y que, desgraciadamente, se va a acabar pero ya. El horizonte económico-político que esto plantea es difícil de adivinar. ¿Fin del globalismo económico? ¿soberanías parceladas al viejo estilo feudal? En fin, ignoramus et ignorabimus.
domingo, 7 de agosto de 2022
Abed's impression of Nicolas Cage - Community Season 5
martes, 2 de agosto de 2022
La Filosofía siempre tiene otra cosa que hacer
Cualquier clase de polémica es extraña, desde un principio, a la actitud del pensamiento. El rol del pensamiento no es el del polemista. Pues el pensamiento solo piensa cuando sigue a aquello que habla para una cosa. Las palabras combativas no tienen aquí otro sentido que el de proteger la cosa.
Martin Heidegger
A veces se imagina uno la filosofía como una discusión perpetua, como una «racionalidad comunicativa», o como una «conversación democrática universal». Nada más lejos de la realidad y, cuando un filósofo critica a otro, es a partir de unos problemas y sobre un plano que no eran los del otro, y que hacen que se fundan los conceptos antiguos del mismo modo que se puede fundir un cañón para fabricar armas nuevas. Nunca se está en el mismo plano. Criticar no significa más que constatar que un concepto se desvanece, pierde sus componentes o adquiere otros nuevos que lo transforman cuando se lo sumerge en un ambiente nuevo.
Pero quienes critican sin crear, quienes se limitan a defender lo que se ha desvanecido sin saber devolverle las fuerzas para que resucite, constituyen la auténtica plaga de la filosofía. Es el resentimiento lo que anima a todos esos discutidores, a esos comunicadores. Sólo hablan de sí mismos haciendo que se enfrenten unas realidades huecas. La filosofía aborrece las discusiones.
La filosofía siempre tiene otra cosa que hacer. Los debates le resultan insoportables, y no porque se sienta excesivamente segura de sí misma: al contrario, sus incertidumbres son las que la conducen a otros derroteros más solitarios.
Gilles Deleuze y Félix Guattari, ¿Qué es la Filosofía?
Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.