jueves, 2 de agosto de 2018

Metaconspiración

Es tan difícil creer que alguien crea de verdad que la tierra es plana o que el hombre no llegó a la luna que irremediablemente surge una pregunta metaconspiranoica: ¿estos terraplanistas y amantes de las teorías de la conspiración no estarán engañándonos, no estarán tramando algo oscuro y misterioso en secreto, ocultos entre las sombras, articulando una red bien organizada y financiada —¿por quién?— entre ellos —¿quiénes son, y cuántos?—, con objetivos que aún no conocemos y que quizá nunca conozcamos; no serán sus creencias absurdas y ridículas una cortina de humo para tenernos entretenidos y perplejos discutiendo sus tesis manifiestamente delirantes y ocultar quién sabe qué; no estarán descojonándose de risa cuando alguien se toma en serio sus supuestas creencias y, bajo la égida del racionalismo, se afana en demostrar lo que es obvio, a saber, que la tierra no es plana y que el hombre sí llegó a la luna?

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