Enero
1. Libro de poemas, Federico García Lorca
2. Cantares populares, Federico García Lorca
Febrero
3. Ágape se paga*, William Gaddis
4. El cuaderno perdido, Evan Dara
5. Wanderlust: una historia del caminar, Rebecca Solnit
6. Tenderenda el fantástico, Hugo Ball
7. Los papeles de Puttermesser, Cynthia Ozick
8. El gran código: una lectura mitológica y literaria de la Biblia, Northorp Frye
9. Afterpop: la literatura de la implosión mediática, Eloy Fernández Porta
Marzo
10. Iluminaciones*, Arthur Rimbaud
11. El canon occidental, Harold Bloom
12. Conversaciones con David Foster Wallace*, Stephen J. Burn (ed)
13. El cartero de Neruda, Antonio Skarmeta
14. El ermitaño de la calle 69*, Jerzy Kosinski
15. Esto es agua*, David Foster Wallace
Abril
16. Metáfora y memoria, Cynthia Ozick
17. La estación vacía, Jorge Riechmann
18. El corte bajo la piel, Jorge Riechmann
19. Esclavos y libertos, Verónica Pedemonte
20. Cartas de amor de un comunista, Isabel Pérez Montalbán
21. Itinerario de la luz, Iván Mariscal
22. El demonio te coma las orejas, David González
23. Un palo al agua: ensayos sobre estética, Ernesto Castro
24. El fuego y el relato, Giorgio Agamben
25. Los viajes sin fin, Juan Luis Panero
26. La literatura y los dioses, Roberto Calasso
Mayo
27. En el viñedo del texto. Etología de la lectura: un comentario al didascalicon de Hugo de San Víctor, Iván Illich
28. Estudio de lo visible, Mariano Peyrou
29. El arte de la indignación, Ernesto y Fernando Castro (eds.)
30. Sobre la literatura, Umberto Eco
31. ¡Despidan a esos desgraciados!, Jack Green
32. Magistral, Rubén Martín Giráldez
Junio
33. Historia de la lectura en el mundo occidental, Cavallo y Chartier
Julio
34. Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social, Simone Weil
Agosto
35. La comunidad del anillo*, Tolkien
36. Escrito en piedra. Dios como autor, Daniel Jándula Martín
37. Postpunk: romper todo y empezar de nuevo, Simon Reynolds
Septiembre
38. El odio a la música, Pascal Quignard
39. Apocalípticos e integrados, Umberto Eco
40. El Reino, Emmanuel Carrére
41. Hacia el realismo especulativo, Graham Harman
42. Vida de Simone Weil, Simone Petrement
Octubre
43. Mis chistes, mi filosofía, Slavoj Zizek
44. La ética hacker y el espíritu del capitalismo, Pekka Himanen
45. El cosmos, el caos y el mundo venidero, Norman Cohn
46. Contra la posmodernidad, Ernesto Castro
47. Tao te king, Lao Zi
48. Después de la finitud: ensayo sobre la necesidad de la contingencia, Quentin Meillassoux
49. Cero K, Don DeLillo
50. Ecce homo*, Nietzsche
Noviembre
51. Historia del pensamiento: India, Jesús Mosterín
52. Poesía completa, San Juan de la Cruz
53. La broma infinita*, David Foster Wallace
54. Pirografía, John Ashbery
Diciembre
55. El universo de las imágenes técnicas: elogio de la superficialidad, Vilém Flusser
Pues esto es lo que ha dado de sí el 2016 en cuanto a lecturas se refiere (los asteriscos indican relecturas). Tengo medio empezados Ciclonopedia, de Reza Negarestani, Pequeños tratados, de Pascal Quignard, los Upanisad y Las grandes tendencias de la mística judía, de Gershom Scholem. Pero básicamente esto es todo.
casi casi se pueden seguir los altibajos de tu ánimo siguiendo las lecturas que, supongo, no estaban planificadas, ¿no? quiero decir que los libros fueron llegando un poco por azar.
ResponderEliminarla broma infinita creo que ya me habría llevado dos meses ella sola...
Sí, muchos libros fueron llegando por azar. "Las grandes tendencias de la mística judía", por ejemplo, lo vi en la feria del libro viejo y de ocasión de León, y no pude resistirme. "Vida de Simone Weil" lo vi en la biblioteca de Cáceres, mientras colocaba libros, y tampoco pude resistirme. Hay que caer en la tentación.
ResponderEliminar"La broma infinita" la acabé en noviembre, pero la he estado releyendo desde el verano. Es una novela prodigiosa, pero agotadora :)
ahora que no nos lee nadie, no logre acabar la broma infinita, me quede casi al borde pero una mañana me agotó, no pude con ella... me has recordad que sigue ahí, en lo alto de la estantería, debería darle otra oportunidad, ¿verdad?
ResponderEliminarSí, deberías. La broma infinita mejora con cada nueva lectura
ResponderEliminarHacia el final Gately está agonizando y delirando en el hospital, tras la pelea con los canadienses, y hace su aparición estelar el espectro de James Incandenza. Es una de las mejores partes XD
PD: Aunque es una novela muy triste: Hal cada vez está más triste y más desconectado del mundo...
De acuerdo, lo pongo en la lista de libros :)
ResponderEliminarY sí, había un poso de tristeza en todo el libro...