1. No hay que echar guisantes a la ensaladilla rusa. Ni a nada. Es más, no hay que comer guisantes.
1.2. A no ser que sean crudos. Directamente de la vaina a su paladar. Así estaban buenos, creo recordar.
2. La tekne culinaria requiere praxis. Como en cualquier otro aspecto de la vida, la clave para mejorar es repetir y repetir.
3. Cocinar es un juego o arte libre, creativo, pero sometido a normas.
3.1. Por ejemplo, no hay que echarle chocolate blanco a una hamburguesa (caso real). Esto ya no sería libertad, sino un caso flagrante de libertinaje culinario.
3.1.1. No todo vale: demasiada libertad convertirá vuestros platos en mejunjes ininteligibles.
4. Máximas que pueden servir como guía: paciencia, tiempo, ser generosos con el aceite de oliva, sofreír y remover con entusiasmo y alegría, no lavar los champiñones (se limpian en seco)
4.1. Las salsas se espesan con tiempo y calma, no con harina. Eso es de torpes.
4.1.1. A ver, en ocasiones, cierto es, en determinadas salsas, sí que hace falta harina.
5. El Hypokeimenon, la Substantia, la Ousía, el Primer Principio, el Fundamento Primigenio, la Causa Incausada, el Motor Inmóvil, el Sujeto Trascendental que debe poder acompañarlo todos los guisos... todo eso y más es el Sofrito.