Nada más odioso que la poesía.
Querríamos convocar realidades
y solo comparecen signos,
huellas en el polvo del camino,
el tenue testimonio de una desaparición:
los pies desnudos de Lena Grove dejan marcas
en una tierra antigua, abrasada
por la luz de agosto.
Lena Grove, Lena Grove tampoco existe.
Ella es parte del mito, del relato.
A este paso nunca alcanzaremos la realidad.
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