La democracia, el poder de los más, no es un bien. Es un medio con vistas al bien, estimado eficaz con razón o sin ella. Si la República de Weimar, en lugar de Hitler, hubiera decidido por vías rigurosamente parlamentarias y legales meter a los judíos en campos de concentración y torturarlos con refinamiento hasta la muerte, las torturas no habrían tenido ni un átomo de legitimidad más de la que ahora tienen. Ahora bien, algo parecido a esto no es totalmente inconcebible.Simone Weil, Sobre la supresión general de los partidos políticos
sábado, 15 de diciembre de 2018
Solo lo que es justo es legítimo
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