AQUÍ.
¿O acaso creíais que no se podía hiperintelectualizar el sado-masoquismo y vincularlo con la arquitectura y el urbanismo? ¿Eh? La filosofía puede con todo, queridos lectores. ¡Empollones y pitagorines gafapastas al poder!
PD: Voy a dejar de poner cosas político-filosóficas —y de dispersarme mentalmente*— en este blog, porque en realidad tendría que estar estudiando exclusivamente movidas biblioteconómicas.
*El cerebro de Leopoldo María Panero era una rosa, el mío creo que es pura diáspora.
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