domingo, 28 de enero de 2024

Apología del silencio

Lo peor de todo es la charla incesante, el cacareo inagotable, tener que capear las infinitas y espantosas oleadas de parloteo banal que se te viene encima sin que puedas hacer nada; ser interrumpido constantemente, una y otra vez, por gente incapaz de estar callada más de dos segundos seguidos. Es agotador. 

PD: La Modernidad ha perdido la cabeza. Es una época desquiciada y desquiciante, una época ruidosa, extremadamente ruidosa. ¿Qué podemos hacer? Pues deberíamos estar todos no solo en contra del progreso, que por supuesto, sino procurar volver a la Edad Media, recluirnos en monasterios, hacer voto de místico silencio (que no de castidad), y vivir contemplativamente, es decir, de cara a Dios y de espaldas a los hombres. Cualquier otro horizonte político imaginable sería desolador.

2 comentarios:

  1. Anónimo10:38 p. m.

    Mejor de cara a Cuenta y de espaldas al Señor S.

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  2. Anónimo10:40 p. m.

    ¡A Cuenca, a Cuenca! 🤣

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