¿No es el famoso tercer lugar lynchiano algo así como el lugar sin lugar de la deconstrucción derridiana?
Un territorio ni real ni fantástico y, a la vez, real y fantástico.
Un tercer lugar sin lugar, espectral, irreductible a uno u otro polo de la oposición, generado por la tensión diferencial entre ambos.
El tercer lugar es el entre, el hiato.
PD: Dicho sea de paso, post scriptum y entre nosotros, estoy bastante convencido de que Derrida está más vivo y colea más que la mayoría de sus críticos.
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