lunes, 13 de marzo de 2017
Darío Sztajnszrajber - Derrida
PD: Yo no daría tantas vueltas para explicar la diferencia ontológica. Diría simplemente que diferente es el ser y lo que es, algo que por supuesto ya sabían los buenos y sabios medievales: diversum est esse et id quod est.
PD2: El ser no es un predicado real, decía Kant. Porque no se añade nada al concepto de una cosa diciendo que es.
PD3: No se cosifica al ser por decir que es. Decir el ser es es no decir nada, una mera tautología.
PD4: El ser no se puede cosificar, de hecho. En eso precisamente consiste la diferencia ontológica.
PD5: Seamos serios y viejunos, invoquemos la autoridad de Hegel: el ser y la nada son lo mismo, en cuanto ambos son lo inmediato indeterminado. Una cosa es ya algo determinado, un ente.
PD6: Ojo, el ser, en la filosofía de Heidegger, no está detrás de cada cosa como fundamento de las mismas.
PD7: En la ontología de Heidegger Dios está muerto. El ser no es el ser supremo, como algunos, sorprendentemente, se han empeñado en malinterpretar.
PD8: Quizá esta serie de posdatas sobre el ¿pseudoproblema? del ser haya sido delirantemente abstracta y críptica. Podría desarrollar todo esto de manera más extensa, pero me temo que montaría un tremendo y aún más farragoso follón, así que mejor lo dejo como está.
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